Writer's Block

En una parcela al borde de los acantilados del Sur de Mallorca, el cliente, un conocido escritor británico, nos encarga diseñar una vivienda que pueda utilizar tanto como residencia privada como para ocasionales y eventos con amigos y familia.

Además, debe permitirle poder escribir con total independencia de lo que ocurra en la vivienda.

La edificación debería estar integrada en la parcela, con total privacidad respecto a la calle y con vista al mar desde todas las piezas.

El concepto del proyecto es claro y rotundo. Grandes muros portantes revestidos de piedra caliza local trabajada a mano y con junta seca que se disponen perpendiculares al acantilado. Estos muros van generando los diferentes espacios interiores y exteriores.

De esta manera, el paisajismo se integra dentro de la vivienda y permite generar diferentes volúmenes en función de su uso.

En el lado sur, se independiza el volumen privado del propietario, con dormitorio, vestidor y gimnasio, de la zona de día y de los módulos de dormitorio del lado norte.

El estudio de escritura se plantea totalmente separado de la vivienda, semienterrado y prácticamente colgado del acantilado con unas vistas magníficas de la costa de Maioris. Un frente de 6 metros de vidrio lo separa de las gaviotas que se elevan con las brisas térmicas del mar.

Los diferentes volúmenes están integrados por un sutil paisajismo mediterráneo, generando espacios para que el propietario exhiba su imponente colección de escultura.

La vivienda se planificó utilizando todos los recursos de arquitectura sostenible y bioclimática mediante el uso de grandes voladizos, a fin de controlar el asoleo, y la posibilidad de utilizar la ventilación natural, con el fin de reducir consumos de climatización.

Dentro del diseño se integró una gran piscina en dos partes, una splash pool en el sentido longitudinal y una infinity pool orientada al mar y a la puesta de sol que consiguen conectar visualmente ambas con el mar cientos de metros más abajo.

El uso de materiales nobles y a la vez sencillos, como la piedra en muros, el hormigón visto en voladizos y la madera natural o mármol en interiores, hace que las piezas de arte de la colección del propietario resalten convenientemente.

La colaboración estrecha con los interioristas y paisajistas no hace sino mejorar el resultado.